Aislínn Rodríguez Brunal
A pesar de conocer anteriormente el modelo ecológico de Bronfenbrenner, adquiere un significado distinto cuando se observa desde la historia del autor y cuando se ubica en el marco de la educación, ya que sea manifiesta la gran importancia que tiene el contexto en el aprendizaje. Particulamente, me pareció en extremo interesantes los dos elementos que para Bronfenbrenner deben hacer parte de un entorno ecológio:
Un “contexto de desarrollo primario”, el cuál yo logro definir como un espacio en el que el aprendizaje sea acompañado y guiado por personas que previamente tienen los conocimientos y/o destrezas que el niño pretende aprender.
Un “contexto de desarrollo secundario”, se refiere a un aprendizaje un poco más independiente, en donde se le permite al niño utilizar recursos internos y externos para obtener el aprendizaje, esto es, sin ayuda de un acompañante más avanzado.
Otro concepto abarcado por Bronfenbrenner es el que tiene que ver con lo que yo llamo “aplicar la bondad”, aunque para él hace referencia a incluir el cuidado de otras personas en el currículo, aludiendo a que la educación de una persona será más eficaz y sincera si ejercen la cooperación y aprenden a moverse en respeto, responsabilidad, tolerancia y solidaridad. Personalmente, considero que es apropiado aplicar estas iniciativas, pero que pueden perder el sentido si se convierten en una obligación para los estudiantes más que en un deleite en ayudar a los demás, que sería es este orden de ideas lo que verdaderamente proporcionaría un aprendizaje más significativo.
Además de lo mencionado anteriormente, otro proceso que me parece relevante del modelo de Bronfenbrenner en la educación se enfoca en el mesosistema, es decir, la relación entre los microsistemas del sujeto. Esto representaría entonces un desarrollo integral en el niño y una noción de continuidad entre todos los ámbitos de su vida, lo que para Bronfenbrenner permitiría procesos educativos más efectivos. Sobre esto estoy de acuerdo, pero para terminar esta reflexión sobre el modelo ecológico quiero ubicar estos planteamientos al marco institucional colombiano, y es que aunque admitamos que una de las instituciones educativas más relevantes para el aprendizaje es la familia, como analizado anteriormente con Tiramonti, las escuelas toman la responsabilidad de ser la principal institución encargada de educar a los niños, ya que en la mayoría de los casos colombianos los padres deben ser más presentes en las labores que generen mejores económicas, en ocasiones apartándose un poco de la educación directa de sus hijos. Tristemente, aunque el modelo ecológico representa unas ideas excelentes para el proceso educativo de los niños, parece no ser posible (aún) realizar esto en las escuelas (de estratos medios y bajos, principalmente) sin afectar las dinámicas económicas subyacentes en las familias representadas en las escuelas. Lo que hay son retos.
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